viernes, 15 de marzo de 2013

MUJERES TRIBALES: MURSI

En una esquina de Etiopía, junto al rio Omo, nos encontramos con la tribu Mursi. Dicho así nos puede pasar desapercibida, pero al pensar en sus mujeres y los iconos de belleza usados, tales como el plato labial, enseguida se nos viene a la mente quiénes son.
Este grupo de pastores nómadas, compuesto aproximadamente por 9000 miembros, basan su economía en el ganado y la agricultura, sobre todo de cultivos que soporten la sequía, que junto a las guerras tribales y las enfermedades epidémicas, conforman una dura subsistencia.
Volviendo a sus mujeres y a su seña de identidad, se sabe que el hecho de ponerse el plato en el labio se debe a una deformidad buscada, en un principio, para que los invasores y cazadores de esclavos no quisieran llevarse a las mujeres del poblado, para después convertirse esta arma de disuasión, en un símbolo de belleza dentro de su tribu.
Cuando una chica alcanza los 15 ó 16 años, se corta el labio y pone un tapón hasta que cicatriza la herida (esto suele durar unas 3 ó 4 semanas) para después poner un plato de madera que con el tiempo se irá agrandando y cambiando por uno de barro que ellas mismas fabrican en hornos de leña.
 El tamaño del plato influye considerablemente en la dote que tiene que pagar por la mujer Mursi el hombre interesado en poseerla y que suele ser de una media de 38 cabezas de ganado. Por tanto, el tamaño del plato está unido a la valía, belleza y número de vacas que se darán por una mujer.
Para que el plato sea fácil de introducir se rompen cuatro dientes inferiores con un palo o a través de un trozo de hierro que ponen en los dientes para luego golpearlo con una piedra. También suelen perforar las orejas para introducir otro plato en ellas y agrandarlas.
El primer plato que se pone la niña suele tener 4 cm de diámetro. El plato lo realiza cada mujer y cada una lo decora de una manera distinta. Los platos van aumentando desde 4 a unos 22 centímetros.
Entre los platos de arcilla los hay de cuatro tipos: de un color rojo, marrón rojizo, negros, de arcilla natural o blanco. El plato rojo se elabora poniendo ascuas y cubriéndolo con corteza de un árbol del lugar. El plato negro se frota con hierbas o se quema con lomay, una planta medicinal que también se aplica en las heridas ocasionadas por la perforación de las orejas, las marcas de cicatrices o los labios cortados. Hay unos platos de madera que los hacen solamente los hombres. Son los platos más grandes y los más bonitos. Los utilizan las niñas mursi solteras. En la actualidad, estos platos solamente se encuentran en el sur. Aunque normalmente todos los platos son redondos, se puede ver alguno de forma semitriangular. Ante la presencia de turistas, es bastante común ver como una mujer mursi le presta a otra el plato para sacarse una foto.
 Junto al ritual del plato, que supone la iniciación como mujer, también se hacen la clitoridectomía o extirpación del clítoris, exigido por los hombres antes del matrimonio.
Son un pueblo muy hostil y muy cerrado dentro de sus propias costumbres, y ni misioneros ni antropólogos han podido inmiscuirse con total tranquilidad en su forma vida a fin de estudiar sus costumbres.
Lo que si han aprendido es que la belleza de sus mujeres les puede proporcionar una ayuda económica extra, y por ello cada vez que alguien quiere fotografiarlas, debe pagar por hacerlo, por término medio un par de euros por unas diez fotografías.
El oficial del ejército italiano Vittorio Bottego en 1899 fue quien descubrió estas tribu, y hablaba así de las mujeres mursi: “Se encuentran algunas con grandes agujeros en la oreja o en el labio inferior, donde ponen discos de madera de un diámetro de, aproximadamente, cinco a seis centímetros…”.
Como vemos, la belleza es algo completamente subjetivo y lo único que importa es que la mujer se sienta bien, independientemente de que algunos veamos aberraciones en algunos actos, igualmente los demás pueden decir que es una salvajada hacerse una operación para aumentarse el pecho y así estar más guapa. Cuestión de culturas.


2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta información. Me ayuda mucho en mis debates sobre interculturalidad y multiculturalidad. Saludos cordiales.

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    1. Gracias a ti por leer mi blog. Lo único que te pediría es que te identificaras, piensa que siendo un blog sobre el papel de la mujer y los abusos a que son sometidas, nos haría mucho bien el apoyo tanto si eres mujer, como si eres hombre.
      Te reitero mi agradecimiento.

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