Y ahora nos quieren dejar a las mujeres sin un arma
fundamental para luchar contra la violencia de género: El Observatorio Contra la Violencia de Género.
La guerra dialéctica es algo cotidiano entre los partidos
políticos, pero ante el silencio de unos y las críticas de otros, lo único que
cuenta es que hay en marcha una reforma del Consejo General del Poder Judicial,
de quien depende este observatorio, y en la que no se habla del Observatorio. Y
eso significa algo.
Tras un borrador que elude la continuidad del Observatorio y
viendo las políticas actuales, tan reducidas económicamente, para seguir
luchando contra la violencia a la mujer, no es extraño que calladamente, y ante
la situación de recortes presupuestarios, se opte por suprimir este importante
órgano.
La excusa del partido del gobierno, a través de Carmen
Quintanilla, Presidenta de la
Comisión de Igualdad del Congreso y diputada del PP por
Ciudad Real, deja dicho que “existe un compromiso claro” de dotar
presupuestariamente al Observatorio Contra la Violencia de Género.
Pero lo que nos interesa es saber que en la redacción de la reforma del Consejo
no se especifica nada de nada sobre el tema. Así que lo que nos están vendiendo
es humo.
Todos sabemos que lo que no está escrito no existe, y menos
en Derecho. Así que lo único que podemos es hacer es reclamar es que se tome en
serio a las mujeres y su problema, hasta que el Sr. Gallardón, a quien
podríamos denominar como alguien al que le importa poco lo que le pase a una
mujer víctima de violencia de género, que se incluya en la reforma del Consejo,
bien escrito y clarito, lo que se piensa hacer respecto a aquellos organismos
que sirven para paliar este grave problema del maltrato y se deje de tonterías.
Tanto que dije en su momento sobre Tony Cantó y sus malogradas
palabras, ahora lo tomo como un cómico metido a político que no sabe sacar los
pies del plato; pero lo preocupante es que un ministro con toda su gomina y sus
gafas desfasadas, siga los pasos de la farándula para hacernos pensar que el
Congreso de los Diputados es una feria, dictada a las órdenes del circo en que
se ha transformado la justicia a través de este gobierno.