jueves, 30 de abril de 2015

JUAN F. LOPEZ AGUILAR Y SU BOOMERANG

Hay episodios de supuestos malos tratos, aún por demostrar, que se convierten en un culebrón a través de los medios de comunicación; y uno de esos es el protagonizado por Juan Fernando López Aguilar y su ex mujer, Natalia de la Nuez.
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Es un caso complejo donde nadie se atreve a apostillar sobre la versión de uno y de otro. Algo claro y contrastado con los vecinos de la pareja, es la mala relación que existía entre ambos desde hacía tiempo. Pero esa mala convivencia terminó en diciembre de 2014 y empezó con ella, un ir y venir de los protagonistas, argüllendo todo tipo de declaraciones donde uno debe defenderse del otro, sin la espera de que ningún Tribunal dictamine nada sobre el caso.
Tras numerosas apariciones en medios públicos, tanto el ex ministro como su ex mujer, están rodando en una plaza muy difícil de demostrar y esperando a que salga el toro por el redil para proseguir en una lucha que más parece una película de bajo coste que otra cosa.
Lo que si alarma ante la denuncia de Natalia de la Nuez, comparecencia incluída ante el Juzgado número 2 de Violencia sobre la Mujer de Las Palmas de Gran Canaria, es que el Sr. López Aguilar, no haya pisado un calabozo a fecha de hoy. Muchos piensan en el privilegio político que le persigue, porque en otros casos, la detención mínima constitucional no hay nadie que se la salte y aparezcan de inmediato, los antecedentes penales en su expediente. Quizá el hecho de haber sido el padre de esta Ley que hoy se le revuelve como un boomerang en forma, tanto positiva como negativa.
Él sabía el enfrentamiento de los machos de este país cuando se aprobó la Ley, conocía la repercusión acusatoria de inconstitucionalidad que ha sobrevolado sobre dicha norma desde que se planteó su existencia. Aún así, desde el colectivo de mujeres se le aplaudió por la valentía de enfrentarse a un sospechoso antes que a una mujer golpeada. Pero todo ese mérito ahora ha cambiado. Quizás pensaba que iba a salir indemne, que no era tan grande el gallo como su caracaqueo; la realidad le  ha superado y quizás hasta se haya arrepentido, no ya de insultar a su mujer, sino de haber defendido la implantación de una Ley que ahora se le ha vuelto en contra.
La opinión pública no sabe qué creer, ni a quién darle la razón. El caso es que se ha conocido el relato de Natalia de la Nuez ante el juez y los insultos que, según ella, le refirió en numerosas ocasiones el parlamentario europeo; tales como "gorda", "puta loca", "vieja", "me merezco una mujer con más pecho", "vaya anchura que tienes", "malvada", "no vales para nada", "eres una foca apestosa", etc; hechos que corrobora su hermana Patricia, quien testificó ante la policía que "hacía unos siete años que Natalia viene demostrando signos de malos tratos por parte de su marido Juan Fernando. El siempre ha mantenido una actitud de desprecio hacia ella con gritos continuos, insultos y vejaciones. Mi hermana me ha llegado a contar episodios de malos tratos físicos".
Sobre estos últimos, Natalia relató que "alguna vez he sufrido agresiones físicas. La última ocasión fue en noviembre del año pasado. Estaba duchando a los niños cuando sentí que me cogían por detrás. Creía que me iba a abrir la cara en dos porque él tenía un dedo en mi nariz y otro en la boca. Los niños gritaron que me soltara, pero como no se quedó a gusto, mientras yo los calmaba, me golpeó en la cabeza con una palangana. Este pasado verano me dio un empujón contra la mesa. Antes de 2009 recuerdo haber tenido un ojo morado mientras estábamos en Madrid que me lo hizo dándome cabezazos".
Resultado de imagen de divorcio lopez aguilarY así se siguen sucediendo capítulos  morbosos sobre una relación maléfica entre ambos. Estamos, pues, ante un maltrato si solo vemos hasta esta parte del culebrón, pero hay más porque los detalles han salido de debajo de las losas y todos quieren hablar; implicados (victima y verdugo-a) vecinos, familiares, policías, bomberos...
"Juan Fernando está encerrado en el baño hablando por el móvil" -declaró también Natalia de la Nuez-"Le escuché decir "¿pero me quieres o no me quieres?", entonces, ¿por qué me mandas a la mierda?" A partir de ese momento, Natalia se sumergió en una dinámica de sospechas y dudas que la impulsaban a cotillear el móvil de su marido buscando pruebas de su infidelidad porque "él me decía que estaba loca cuando le reprochaba que me era infiel". Llegó a obsesionarse. "Encontré fotos y las reenvié por rabia a todo bicho viviente. Además, una vez le vi tirar un preservativo usado por la ventana y exploté" Natalia asegura que Juan Fernando protestaba cuando le pedía que rompiese con la amante y le respondía: "No puedes exigirme que acabe con ella, para mí es un horror pensar en acostarme sólo con la misma mujer toda la vida".
Otro capítulo digno de mención es el ocurrido el pasado 28 de marzo de este mismo año, cuando la casa donde vive Natalia con sus hijos, comenzó a arder. Los vecinos relataron los hechos a la policía, sumándose así a la retahíla de personas que han servido en el sumario para intentar aclarar este turbio asunto. "Aquel día me llamaron a la puerta y me dijeron que la casa de Natalia estaba ardiendo. Salí corriendo e intenté tirar la puerta porque eran las nueve de la noche y los niños estaban dentro. No lo logramos. Miré por la ventana del patio de luces y ví como tenía encendida la inducción. Encima una sartén con aceite hirviendo y generando mucho humo", dice un vecino. Junto a los bomberos y la policía, consiguieron entrar y se encontraron a los dos menores dormidos sobre la cama de matrimonio, junto a Natalia, quien olía mucho a alcohol. Al despertar, se puso histérica e intentó echar a los bomberos de la casa diciendo que se marcharan todos de allí, que la estaban robando..
Resultado de imagen de fuegoLa ex mujer de Juan Fernando no ha superado la separación. Se ha abandonado, según sus conocidos, desde que éste la abandonó y se ha entregado a la ingesta cotidiana de alcohol. Ha intentado suicidarse en varias ocasiones, una tirándose por la ventana y otra en la que se encerró con unas tijeras en el baño amenazando con quitarse la vida y saliendo con el pelo trasquilado.
Así lo tiene el Juez quien debe decidir ante este culebrón y con la opinión pública si poder ayudar porque nadie se atreve a acusar a uno o a otro. Lo cierto es que según el medio de comunicación que se explore, tenderán a acusar o victimizar a Juan Fernando López Aguilar por su papel en la política de este país.
Mientras, seguiremos esta historia con suma atención puesto que el protagonista masculino mucho tiene que ver en la lucha de la mujer por conservar su identidad y su propia dignidad, aunque al final se demuestre que el propio perro se infectó la rabia.