viernes, 19 de abril de 2013

UN GESTO AMABLE EN TELEVISION



            No me gustan los programas de televisión donde la gente expone su vida privada públicamente a cambio de un minuto de gloria. Siento pena por ellos. La vida es tan personal, tan difícil de contar, que debería ser un tesoro del que repartir monedas a unos pocos elegidos a los que se les llama amigos.
            Pero hay hechos que a veces te ponen los pelos como escarpias y compruebas otras realidades y otros motivos por los que seguir luchando y hablando a la gente para que abran los ojos. Mucha gente necesita ayuda, terapia, una mano amiga que la saque del pozo del que está metida, aún sin saberlo.
           
Cambiando programas porque el aburrimiento televisivo me sobrepasaba, me encontré con un programa televisivo de desnudo vital donde una chica recibía una carta de un ex novio del que no sabía que la había citado en televisión para expresarle su amor, después de una relación de cinco años y unos meses rota. Esta chica había encontrado otra pareja e intentaba rehacer su vida con ella, pero quería abrazar al ex novio porque sentía pena por él.
            Relató algunos episodios que había vivido con él y aquello me resultó sumamente familiar a muchos casos que he escuchado de propia voz, de cómo una persona puede tener  adicción a otra, con el pretexto de amarla, mientras el otro la está maltratando hasta lo indecible sin que ella sea consciente de lo que está pasando. Insultos, desplantes e infidelidades llenaban el relato de lo vivido por esta chica quien aún seguía poseída por el espíritu de su ex. Y en ese momento, cuando supuestamente ella le debe perdonar y abrazarle, para seguir así un guión preestablecido, por una vez vi un atisbo de sabiduría en un presentador que se interpuso a continuar con aquella escena y ser partícipe de una relación de dolor no superado por parte de la chica. La hizo levantarse y marcharse sin permitirle ni tan siquiera ver a su ex frente a ella. Fue un detalle en un programa televisivo donde todo está permitido con tal de tener audiencia, que me llamó mucho la atención y donde no tengo por menos que aplaudir al presentador.

lunes, 15 de abril de 2013

¿HEROINA O COBARDE?


Ültimamente las distintas administraciones se están rasgando las vestiduras al publicar las estadísticas sobre maltrato en sus respectivas regiones.
La mayoría demuestran que los porcentajes han bajado, lo que alivia en gran medida a los responsables de las distintas áreas que se ocupan del tema de la mujer y del maltrato que sufren.

El tema del maltrato es un buen motivo para establecer una discusión política y así, mientras unos justifican por su buena labor, que los números asusten un poco menos, otros se indignan pensando que son falsos o que las circunstancias actuales llevan a las mujeres a no denunciar, o a retirar la denuncia interpuesta.
Lo cierto es que este tema ha sido de debate más que de actuación, que se han conseguido votos en elecciones, que hace que las mujeres se sientan un poco más protegidas pero, a la hora de la verdad, cuando se necesita, nos encontramos con casos verdaderamente horribles y poco atendidos en sus necesidades.
Mientras animo a las mujeres maltratadas a que denuncien, y lo que es más importante, que mantengan esa denuncia, también desde aquí expreso mi malestar por recortar medios, cerrar centros y derivar casos de maltrato a mujeres, como si éstas fuesen los verdaderos verdugos y no las víctimas.
Solo un ejemplo de que no se están haciendo bien las cosas, es el caso de una mujer que ha presentado solicitud para que dejen libre a su marido, a quien ella misma había denunciado tras haberle propinado una horrible paliza delante de sus hijos. Con su ruego ha llegado a proclamar que si no se atiende su petición es capaz de suicidarse.
Mucha gente se echará las manos a la cabeza pensando que esta señora no está bien, o que tiene una adición a su marido que no la deja enfrentarse a la realidad. Nada más lejos de la verdad.
Según señaló la mujer ante los empleados de la Fiscalía, es que tanto ella como sus hijos pasan hambre y muchas necesidades al no tener el apoyo económico de su marido, quien sostenía a la familia.
Prefiere recibir golpes a que sus hijos pasen hambre.
¿Realmente es una cobarde o, por el contrario, es una heroína?

domingo, 14 de abril de 2013

NACIONES UNIDAS Y EL EJEMPLO DE COLOMBIA


Las Naciones Unidas define la violencia contra las mujeres como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

Según este organismo, una de cada tres mujeres en el mundo sufre algún tipo de violencia machista, seis de cada diez ha padecido violencia física o sexual alguna vez en su vida, 70 millones de niñas son obligadas a contraer matrimonio, 140 millones de niñas y mujeres sufren de la mutilación femenina y más de 600 mil mujeres y niñas son traficadas en las fronteras a través de todos los países del mundo. 

En la mitad del mundo no se castiga, a día de hoy, este tipo de delitos y las mujeres, por consiguiente, no se atreven a denunciar en la mayoría de los casos. Esto ocurre también en los países desarrollados, no pensemos que es solamente en tercermundistas, puesto que los recortes debidos a crisis económicas, supeditan los medios económicos para educar, proteger y defender a miles de mujeres en todo el mundo, haciendo que no se atrevan a denunciar, puesto que no ven salida a su situación.

En Colombia, por ejemplo,  existe un promedio diario de 245 mujeres  que padecen algún tipo de violencia y cada seis horas una mujer es abusada por causa del conflicto armado.
Según Martha Cecilia Cedeño Pérez, autora de un estudio en este país, entre 2001 y 2009, más de 26.000 mujeres quedaron embarazadas como resultados de una violación, y casi dos millones de mujeres fueron desplazadas de sus domicilios por el abuso sexual a que eran sometidas.

Colombia sigue fiel a un patriarcado donde las desigualdades entre hombres y mujeres se acrecientan día a día, también por el hecho de vivir en un conflicto permanente. Las diferencias sociales son tremendamente importantes y dentro y en cada una de ellas, prevalece el machismo, el hombre sobre la mujer, sin ningún condicionante que sirva de eximente a este hecho.
Y solamente hemos escogido un país como ejemplo.