jueves, 5 de junio de 2014

INVERTIR EN EL FUTURO

Después de leer varias noticias sobre amenazas por maltrato a la mujer, después de escuchar los planes de los diversos colectivos para intentar que esta lacra contra la mujer desaparezca, tras revisar cientos de apuntes y notas, correos electrónicos de mujeres maltratadas, recordar conversaciones con ellas...En definitiva, después de volver a ponerme mal, muy mal, cada vez que recuerdo tanta historia triste y desgraciada, tanta petición de "mátame ya, que así no se puede vivir"; encuentro el centro del problema, tantas veces repetido en este blog y en tantas charlas como he dado.
La prensa advierte que en España, el 30% de los hombres piensa que insultar a una mujer o hablarle mal, no es maltrato; simplemente es convivencia, y son problemas que surgen de la misma.
Es un porcentaje desmesurado. Aquí no solo entran los cuatro cabestros sin conciencia ni sentimientos, sino que entran muchísimos más hombres. Caben en esta cifra desde las altas esferas hasta los susodichos, sin olvidarnos de ilustres y dirigentes políticos y la maltrecha clase media.
Sólo hay una cosa que está clara: nos falta educación. Ya no se trata solo de mujeres, sino de personas. La falta de respeto, el rechazo al otro, la ausencia de empatía, la necesidad de sentir lo mismo que proporcionamos, es la llave que debe cerrar cualquier puerta al maltrato.
Y me dicen que sí, que se educa, que se llevan programas a universidades, que se habla con chavales de doce años en adelante, que se investiga en las causas, que se persiguen las brutalidades. ¿Y aún ocurren casos de asesinato en dosis elevadísimas entre las mujeres que viven en España?
No busquen más, no sigan tirando dinero entre gente que está ya formada, entre cabezas cuadradas que no asimilarán otro pensamiento que el ya adquirido durante la infancia. Busquemos la solución entre las primeras generaciones, implantemos programas educativos muy específicos entre niños pequeños, divulguemos la igualdad más que la religión, enseñemos la autonomía más que la dependencia y la protección, hagamos programas educativos donde se vean como personas pequeñas pero necesarias e independientes. No resolveremos el problema a corto plazo, eso es imposible; pero sí podemos lograrlo de aquí a unos años. Entonces quizá sigan apareciendo porcentajes de hombres que creen que las malas formas son fruto de la convivencia, pero os aseguro que el porcentaje bajaría considerablemente.
A partir de aquí, podemos seguir echándonos las manos a la cabeza cada vez que tengamos noticias de asesinatos, de calumnias, de gente que parece haber salido del armario para empezar a golpear "de pronto" a una mujer...Son maltratadores y tienen que sentirse apartados del resto de la sociedad. Para ello es necesario que desde la infancia aprendan que: o están entre las personas que saben convivir, o están en un porcentaje que los defenestrará a lo más oscuro.