Las más temidas son las de origen británico. Son implacables, y a pesar de su corta edad, pues oscilan entre los 18 y 24 años, vigilan con castigos desmedidos, que las mujeres vayan con velos que tapen lo suficiente cuando salen a la calle, y que lo hagan acompañadas de un hombre de la familia. Muchas de ellas se pasean con un kalashnikov debajo del brazo y siempre vestidas con niqab.
Cobran entre 500 y 1500 dólares, según estén casadas y tengan hijos o no.
Su fanatización llega a tal extremo que llegaron a detener a una joven por llevar un traje muy púdico pero bordado en el mercado de Al Mayadin, donde el 20% de la población es cristiana.
La Quilliam Foundation, organismo que combate el fanatismo, describe la situación afirmando que según el Estado Islámico "el papel señalado para la mujer es permanecer oculta para la sociedad desde detrás de su velo. Las mujeres tienen su secreto celestial en el sedentarismo, la quietud y la estabilidad, y los hombres son lo contrario, movimiento y fluidez, porque esa es la naturaleza del hombre. Si los papeles se mezclan y solapan, la base de la sociedad se conmueve, sus pilares se agrietan y sus paredes se derrumban."
La compraventa de esclavas en el califato es una realidad indiscutible. Se han publicado listas de precios que son más altas cuanto más jóvenes son las niñas. Por ejemplo, en el mercado de Mosul, las niñas cristianas y yazidíes de uno a nueve años se han vendido al precio de 172 dólares, según el diario Iraqi News.
Las mujeres y niñas de Raqqa viven atemorizadas por el miedo a sufrir los castigos de Al-Khansaa. La presencia femenina en el territorio islámico es un hecho reciente y en constante crecimiento. Cada vez más mujeres matan y mueren por un régimen auto-instaurado como es el Estado Islámico, que las oprime y las reduce a marionetas.
Espero que de ahora en adelante os suene qué es Al-Khansaa, y sepáis que una organización horrible de mujeres occidentales en su mayoría, que no se amedrentan al torturar a otras mujeres, y eso es lo peor que como grupo nos puede pasar.