martes, 14 de febrero de 2017

HOY NO ES UN BUEN DIA


Hoy se me hace difícil hablar sobre maltrato a la mujer. Hay días que me encuentro más resolutiva, dando datos, opiniones, informes de acá y de allá; pero hoy me cuesta mucho.
Resultado de imagen de san valentin sangrientoSon casi cien noticias diarias las que me llegan sobre este tema que, desafortunadamente, terminan con la vida de muchas mujeres.
Hoy, San Valentín, el día del amor conyugal, donde se supone que este tema tan horrendo se debe tomar un respiro, amanecemos con otra víctima mortal por violencia de género, simplemente porque una bestia decidió que su mujer era suya y de nadie más, que él tenía el poder de decidir si moría o si vivía y que eligió la víspera del día del amor para hacerlo más tremendo.
Bueno, no creo que un ser que mata a otro tenga ningún sentimiento, por lo que el amor no entra en su cerebro, ni en su corazón.
Las noticias se amontonan en mi mente y sólo encuentro un resumen: Diez mujeres asesinadas en España en lo poco que llevamos de año. Eso es tremendo, injusto. Debería remover muchas conciencias, pero no lo hace. Busco explicaciones donde deberían estar y no las encuentro. Veo demasiado inmovilismo en los poderes públicos que tienen soluciones para aplicar, pero que pierden el tiempo y los recursos en congresos y en luchas de poder.
No sé si estaréis de acuerdo conmigo, pero creo que los cambios que hay que hacer van mucho más allá de un Pacto Social, aunque cualquier medida en este campo es bien recibida; pero luchar contra la lacra del maltrato a una mujer debería aspirar a modificar diversos ámbitos. Por ejemplo, que no prescribiesen nunca. El maltratador se ampara en este derecho para intentar pasar desapercibido durante un tiempo y después, si quiere, recrearse en los abusos que cometió contra su víctima.
Resultado de imagen de carcelLas penas de cárcel se rebajan por "buen comportamiento". Será un derecho, no lo niego, pero tod@s conocemos los comentarios de l@s vecin@s de un asesino que se vierten en torno al hecho de que "era una buena persona. No me esperaba que pudiese matar". Por ello, debemos darnos cuenta de que son falsos, mentirosos, que tienen una doble cara y un doble moral. No entiendo que se les aplique la rebaja de condena por ser "buenos reclusos".
El código penal debería ser mucho más duro, penas realmente difíciles de soportar, a la vez que se restringe el dinero destinado a cursos para maltratadores que se imparten en las cárceles. Un hombre cuyo único fin en la vida es la obsesión dirigida hacia una mujer, da igual el tiempo que esté entre rejas, saldrá y acabará con su "presa". La vida de ellos no tiene otro sentido, y eso no se cura con terapias, se cura con cárcel.
L@s asistentes sociales y quienes están trabajando por esta causa, quizás por no implicarse más, dejan el apoyo a las víctimas cuando el poder judicial dicta sentencia, o incluso cuando consiguen que la víctima denuncie. Es en esa nueva vida cuando una mujer necesita más apoyo, porque no sabe cómo dirigir su mundo sin una voz de mando, sin un golpe que la haga sumisa. Una mujer maltratada necesita apoyo durante el resto de su vida, no es algo puntual, porque las heridas psicológicas no se curan como las externas. Permanecen.
¿Por qué l@s transexuales o las prostitutas no tienen el mismo trato, no son personas? No entiendo esta doble vara de medir, me recuerda a otras épocas, no al siglo XXI. No entran en las listas de personas asesinadas por violencia de género, simplemente son asesinatos.
Cuando una mujer muere, me da igual que lo haga a manos de su pareja, su hijo, su padre o la misma sociedad, son personas que deben ser atendidas y ayudadas de la misma forma que las demás. 
Sí, ya sé que la violencia de género se limita a relaciones sentimentales, pero quien ejerce el poder sobre una mujer lo hace amparándose en cualquier relación que mantenga con ella, y precisamente ahí tenemos a las chicas de la calle más desamparadas que nadie.
El hombre busca el empoderamiento sobre la mujer, el quitar de enmedio a alguien del antes llamado sexo débil. En su mente no creo que haya mucha diferencia si enfrente tiene a su madre o a su hija, simplemente quieren matar y decidir sobre la vida de una mujer. 
Resultado de imagen de casas acogida mujeresDesde el Ministerio del Interior me llegan noticias de la dejadez de los Ayuntamientos y las Comunidades Autónomas denunciando que las acciones de información y divulgación se realizan únicamente en torno al Día Internacional contra la Violencia de Género, es decir, el 25 de noviembre. Esto no me sorprende, lo llevo denunciando constantemente. La maldita foto. Salir en la prensa leyendo un comunicado que se queda en agua de borrajas porque realmente no hay intención, porque no les duele, porque no conocen la situación de cerca, y a veces, ni de lejos.
Casas de acogida para mujeres donde éstas puedan realizar trabajos y se sientan útiles, ganen dinero y dispongan de él, aprendiendo a hacerlo, porque antes un hombre era quien dirigía sus vidas y, por tanto, también su economía. Pues no hay casas suficientes, el tiempo en ellas es limitado, y las ayudas del Estado para afrontar una nueva vida son míseras limosnas que no hacen nada más que hacer el problema más grave, pues sienten que siguen dependiendo del salario de su maltratador y están a un paso de querer volver con él para asegurar el alimento a sus hij@s y a ella misma.
La información no es suficiente, no es atractiva, no implica, no hace que la mujer se sienta identificada con lo que l@s técnic@s le dicen, porque ellas no son datos estadísticos, son personas que no se identifican con el problema tal y como se los están contando.
Muchas son las cosas que se pueden hacer para llegar a la víctima, cuidarla, asesorarla, cuidarla, guiarla, cuidarla, instruirla, cuidarla y cuidarla. 
Cada uno de estos puntos tiene mucho para hablar sobre él, pero de verdad, hoy no es un buen día.