Me horroriza pensar que a las víctimas no se las trata igual que a otro tipo de asesinatos, como los de la banda terrorista ETA, cuando todo el mundo se movilizaba y salía a la calle, emplazado por las distintas administraciones a nivel nacional, para repudiar el acto. Estas mujeres que mueren lo hacen también bajo un yugo que, al no ser político, parece que se han relegado a un segundo plano, dejando que sus vecinos organicen manifestaciones, pero donde ni se les da la cobertura necesaria a la noticia, ni la masa sale a la calle.
Durante este día de conmemoración, he visto actos con fotos de políticos que se daban golpes de pecho por ser adalides de una lucha que, en modo alguno, están llevando a cabo.
Las estadísticas, salvajemente falseadas, no reflejan la realidad de mujeres que deberían estar en ellas, y porque no interesa. Se habla de 45 mujeres muertas, en otras instancias de 42 y en algunas de 52. Contar muertes, si se hacen las cosas bien, no debe ser tan complicado; pero claro, si estás gobernando, interesa aminorarlas, mientras que si lo haces desde el lado opuesto, es fácil aumentarlas.
De todas maneras, en esas estadísticas no están los niños asesinados junto a sus madres, ni personas del mismo sexo, puesto que (y esto me ha hecho enfrentarme hasta con los propios colectivos gays) la violencia de género es sólo contra la mujer. Entonces, ¿si una mujer es maltratada por otra mujer, pareja de aquella, es maltrato o no?
Hubiese sido un buen momento para replantearnos un cambio en la Ley. Todo es mejorable, y sabemos que ésta se aprobó con un poco de prisa por apaciguar los ánimos de algunos colectivos, pero también es cierto que a través de esta disposición legal, se están cometiendo delitos por parte de las propias mujeres que en nada benefician a la realmente maltratada. Y eso creo que debería estar penado por esta misma Ley, sencillamente, porque es más rápida en su tratamiento.
Creo que deberíamos apostar por estos cambios, seguir luchando en nombre de las mujeres asesinadas y exigir a nuestros políticos que hagan algo fuera del día 25 de noviembre. Menos fotos, más actuaciones y amparo de ayudas reales y directas a estas mujeres. Por ejemplo, en Murcia, no hay previsto fondo alguno para favorecerlas, solo a colectivos de inmigrantes y gitanos, pero se han olvidado de las mujeres maltratadas, a pesar de que son miles las denuncias que hay abiertas en los distintos juzgados contra hombres que emplean su fuerza bruta contra ellas.