lunes, 22 de marzo de 2021

LA MANIPULACION TELEVISIVA DE ROCIO CARRASCO

 Había dejado este Blog apartado porque lo sentía como una forma de tirar piedras a un abismo carente, incluso, de eco.  Pero hoy no tengo más remedio que retomarlo para poder explicar, bajo mi punto de vista, lo que está sucediendo con un tema que me ha aterrado esta mañana.



Ayer, miles de personas se sentaron frente al televisor para escuchar y ver la versión que Rocío Carrasco daba sobre su propia historia. Tengo que reconocer que no lo soporté más de treinta minutos. Me pareció una manipulación tratada a cambio de (se habla) un millón de euros, para que esta mujer se personara cual una pobre víctima de la violencia machista a través de la falta de escrúpulos vertida durante muchos años por su ex marido Antonio David Flores.

Elegante, maquillada y peinada para la ocasión, quizás tuvo el fallo de vestirse de rosa y no de morado, haciendo así uso del color que representa a millones de mujeres en todo el mundo en la lucha diaria que deben mantener y por la que nadie les va a llenar la cuenta corriente a cambio de soltarse a una audiencia altamente manipulable.

Casi 25 años ha tenido para dar su versión, pero lo ha hecho ahora, cuando la justicia no le ha dado la razón y la busca a la desesperada, para salvar su imagen, a golpe de talonario. 

No dudo que esté en tratamiento, pero su actuación, con los datos que tenemos, no ha sido precisamente la de una persona sumisa que se deje llevar según el viento que sople. De niña mimada, consentida a mujer llorosa, desproporcionada (sobre todo si comparamos su sufrimiento con el de las mujeres que deben callar de verdad y cobijarse bajo el yugo de la desesperación porque no les queda otra.) Pero esta señora se ha dedicado a poner demandas, más de 10, a su ex marido, a su propia hija y a todo cristo que cruzase la calle por el lugar que no debía frente a su casa.

No dudo que haya sufrido. una mujer no puede dejar "perder" a sus hijos así como así, y menos como ella lo ha hecho. Los telespectadores han visto la súplica de su hija para poder hablar con su madre por teléfono, suplicando una señal, y Rocío Carrasco ha dejado correr el tiempo y guardar la lágrima para hacerla en público;  pero de eso anoche nadie se acordaba. No se pensaba en su segundo hijo que, sin culpa, le atribuye una felicidad que ella no le ha reportado, que no ha estado allí para llevarlo a terapia, ni darle un abrazo ni un beso de buenas noches. 

Pero lo que más me indigna es la retahíla de comentarios de supuestas intelectuales a las que el afán por satisfacer al público femenino ( y con ello los futuros votos), no han dejado pasar la ocasión para acusar a un padre de maltratador y a una mujer de víctima, cuando no tienen ni las pruebas ni los conocimientos para hacerlo. 




Así, Irene Montero comentaba en su red social favorita: "Las victimas de violencia machista son mujeres que, como todas, te pueden gustar mas o menos, pero eso no pone en cuestión su experiencia de maltrato, ni la necesidad de que existan procesos de protección y reparación social para todas ellas". 

"Muchas veces los medios de comunicación se convierten con o sin voluntad en amplificadores de los discursos que cuestionan a la mujer, que las ridiculizan o revictimizan"

Adriana Lasta: "Rocío Carrasco es una mujer valiente, una superviviente. Su testimonio tiene un gran valor para visibilizar la violencia de género. No  pararemos hasta que la vida sea segura y libre para todas las mujeres".

Rocío Monasterio:" Hoy media España ha entendido lo que es el síndrome de alienación parental. Lo sufren miles de niños, unos víctimas de padre, otros de madre".

Señoras políticas, ustedes no tienen ni idea de lo que dicen, de lo que han dejado entrever en sus tuits llenos de una reivindicación que no tiene nada que ver con lo que Tele5 proyectó anoche en sus televisiones. 

Una mujer maltratada psicológicamente sí que se puede demostrar, otra cosa es que la justicia, en muchos casos, no tome ese informe como vinculante y emita una sentencia que nada tiene que ver con lo pretendido. Una mujer maltratada no desprecia públicamente a sus hijos; al contrario, se deja las entrañas por defenderlos, por oírlos y por buscarlos. Pero claro, ahora es más fácil ponerse en una piel de la que no tenéis ni idea, buscando al hombre culpable (que no digo que no lo sea) pero de un tema del que carecéis de datos para dar una opinión de diosas de la mujer que ni os va ni se os acerca.

Rocío Carrasco puede ser una mujer maltratada, pero también es una mujer que no ha luchado por sus propios hijos, que no ha pensado nada más que en sacar rédito económico de sus lágrimas y que quiere ampararse como otras mujeres que SI lo están pasando mal, muy mal, y que a pesar de ello, no dejan de luchar ni un solo día por sus hijos. 

Señoras y señores, léanse las sentencias dictadas en contra de Rocío Carrasco, que no ha tenido escrúpulos ni falta de medios económicos para llegar hasta el Tribunal Supremo buscando algo que solo puede dar el cariño. 

Como dice el periodista Cristian Campos en su columna de El Español esta mañana:" El programa de anoche, sirvió más a los intereses de Irene Montero que a los de Rocío Carrasco. Y con eso está todo dicho."

viernes, 26 de julio de 2019

¿DÓNDE ESTÁN LOS VALORES?


En esta España nuestra, la querida España, como cantaba Cecilia en los años setenta, cada día se demuestra más claramente al punto irracional que estamos llegando. La palabra valores cada vez tiene menos uso, el manejo de la misma carece de sentido, es ya un vocablo inconsistente y lleno de una lejana añoranza en su significado.

Resultado de imagen de valoresCada día, esta palabra desaparece de los discursos y de los actos que deben reflejarla. Así nos encontramos con datos horribles, noticias que estremecen a cualquiera, y un sin fin de alteraciones emocionales que, también es cierto, se nos olvidan a los cinco minutos. Justo el tiempo de ver un anuncio de vacaciones con ofertas irresistibles.
Es alucinante ver datos como el de los feminicidios ocurridos en España, que en realidad alcanzan los 56, mientras los medios de comunicación siguen contando 35.
Da miedo comprobar que un padre, haciendo uso del mayor mal que le pueda causar a su ex pareja, decide matar a su propio hijo para hacer daño.
Resultado de imagen de hombre apuñala mujerHorrible comprobar como una limpiadora, al ir a trabajar, es asaltada por su ex marido en la cochera de su edificio y la apuñala hasta matarla. Y esto muy cerca de casa.
Y encima, un juez sudamericano, manifiesta en la resolución de un clarísimo caso de asesinato por parte de un hombre a su ex pareja, que "el hecho de que el cadáver tuviera varias puñaladas, no ampara la intención de matarla".
Nadie se estremece, nadie levanta el brazo, nadie hace nada, ya forman parte estas noticias del día a día, donde cada vez se implanta más la costumbre de que siga siendo así por los siglos de los siglos.
En la prensa de la Región de Murcia, diario La Verdad de ayer, día 25 de julio, un titular, en una esquina del periódico me llamó la atención:
Resultado de imagen de escolares peleandoEL CONSEJO ESCOLAR EVITA ACTIVAR EL PLAN CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO EN LA REGION DE MURCIA. 
Así de claro. Con una dotación presupuestaria de 300.000 €, este plan incluía la formación del personal docente de esta Comunidad Autónoma, para así tratar el tema de la violencia de género en los colegios, pero claro, eso no es importante, y se ha dejado para el próximo curso escolar.
Eso sí, tened claro que el dinero no va a ir a parar a las víctimas, sino que igual se emplea para subvencionar vuelos desde el recién estrenado aeropuerto.
La política en este país está tan lejos de la realidad social que vivimos los de a pie, aquellos que nos tiramos más de 170 días al año trabajando nada más que para pagar impuestos, que todos estos temas de seguridad ciudadana, educación, principios y VALORES, se la traen al pairo.

jueves, 30 de mayo de 2019

UN NIQAB , UN VOTO

Dieron las ocho de la mañana en el CEIP Ramón y Cajal de Ceuta cuando una mujer ataviada con un niqab (prenda islámica femenina que deja solamente ver los ojos de la mujer) se presentó con la notificación en su mano para ser presidenta de una mesa electoral.
Según la Delegada del Gobierno en Ceuta, a la hora de constituirse la mesa, la mujer de religión islámica, en una sala anexa, se destapó la cara y se identificó mediante su DNI.
Esta mujer, de la que no ha trascendido su identidad, tomó asiento frente a las urnas y levantó expectación a los votantes que acudían quienes no entendían que ellos tuvieran que identificarse precisamente ante alguien que iba tapado.
Resultado de imagen de DNI BURKANo hubo nada anormal, por otra parte, en la mesa hasta la protesta de los interventores del partido político VOX, quienes decidieron denunciar este hecho y han pedido la impugnación de la mesa ante la Junta Electoral Central, al entender que nadie con el rostro tapado puede pedir la identificación de nadie.
Hasta aquí la noticia. Ahora la pregunta que me hago: ¿Me hubiese identificado yo ante una mujer que no mostraba su rostro?
Resultado de imagen de DNI BURKASoy de ideología política contraria a la de VOX en un 100%, pero tengo claro que no hubiese permitido, por ningún medio, entregar mi Documento Nacional de Identidad a una persona que no actuase en las mismas condiciones que yo.
La igualdad de las personas se empieza  mostrando el rostro, viendo que no es alguien intolerante y a quien no se le debe menospreciar por nada. Por mí puede acogerse a la religión que quiera, cada cual es libre de rezar a Dios, a Alá o a Yahveh, me es indiferente; como si no quiere ningún Dios y no se atiene a creencias. Cada cual es libre de ejercer su derecho religioso en la intimidad, de no perturbar la paz de nadie, pero de ahí a inmiscuirse en la vida diaria de los demás, a solicitar la identificación de un individuo cuando la presidenta de mesa no lo hace, hay un gran abismo.
Siempre defenderé los derechos de las personas. Nuestra Constitución así lo dice. Todo hasta que nos toca las narices a los demás.
A mi me da igual que se hubiese identificado ante alguien antes de empezar la jornada electoral. Lo importante es que no lo hacía ante quienes tenían la obligación de hacerlo delante de ella. En este caso sí que existía un bula especial para esta mujer, y eso es demasiado grave si partimos del principio democrático de la igualdad de las personas. En esta mesa electoral hubo desigualdad manifiestamente cumplida.
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Y ahora me dirijo a aquellos colectivos feministas a quienes les ha parecido bien que esta mujer, ejerciendo el uso de su libertad en un país donde se respeta, han lanzado proclamas a favor de los niqabs que esconden los rostros de las mujeres islámicas.
No se puede estar manifiestamente en contra del sometimiento de las mujeres en un entorno represivo, en contra de mafias que tratan a las mujeres como auténticos objetos de transacción económica y permitir que una mujer deba, por exigencias religiosas, esconder su rostro para que nadie pueda verle la cara. ¿Que una mujer vaya con un niqab no es precisamente eso?
El sometimiento de una religión que trata a las mujeres como personas sin rostro, creo, es uno de los graves problemas que nos ha traído la aceptación de cualquier creencia a este país.
Resultado de imagen de religionesYo no puedo estar de acuerdo con quienes creen en Dios y van a misa a diario y otorgan a las féminas un segundo plano, ni con quienes leen la Torá y pregonan la supremacía del hombre sobre la mujer, o con quienes tratan a una mujer como un insulto de la naturaleza, como es el caso del Islám.
Yo vivo en un país donde se respeta, por ser laico, la libertad de creencias; pero también vivo en un país donde mi libertad termina cuando afecta la de los demás. Y mi libertad se truncó el día que ante una mesa electoral, una mujer solicitó la identificación de los demás, ataviada con una tela que le tapaba la cara. Y eso no es religión, eso es sometimiento de la mujer ante la religión, que no es lo mismo.

lunes, 20 de mayo de 2019

IMPRESCINDIBLES LOS MEDICOS DE FAMILIA

Ha tenido lugar en Santiago de Compostela un congreso dirigido al sector de los médicos de atención primaria, los primeros siempre en recibir a una posible víctima de violencia de género.
Resultado de imagen de consulta medico de cabeceraSe han unido en la queja del corto espacio de tiempo que tienen para atender los casos que se presentan en su consulta, y así no poder evitar que muchas mujeres sigan sufriendo acoso y maltrato en su domicilio, cuando, según los propios facultativos, sería fácil detectar los síntomas de una mujer que sufre, puesto que los antidepresivos, los analgésicos y los antiinflamatorios son peticiones de medicación normales en víctimas de violencia de género. Lo único que hace falta es conocer el motivo por el cual se piden.
Con diez minutos de atención personalizada, proclaman, serían mucho más fácil detectar muchos más del 5% de los casos que hasta ahora se descubren.
Es un hecho constatado por todos y todas los que acudimos a una consulta de nuestro médico de familia, que las salas de espera están llenas de gente, y que nosotros mismos nos desesperamos si el médico tarda más de cinco minutos con cualquier paciente.
Resultado de imagen de medicinasEs importante saber que la primera asistencia sanitaria es primordial para que, con la confianza del facultativo, se descubran verdaderos problemas psíquicos y físicos, puesto que las víctimas suelen confiar bastante en los médicos de este sector, puesto que los encuentran más cercanos y con la falsa esperanza de que solamente unos fármacos que les pueden recetar mejoren su situación
Por ello, creo que es muy necesario pedir a la administración sanitaria, que incremente el número de profesionales de este sector que estén concienciados y preparados para resolver problemas que pueden resultar evidentes, pero a los que las víctimas tienden a esconder, bien por desconocimiento, bien por miedo, bien por ambas razones.
Resultado de imagen de maltrato psicologicoOtra de las conclusiones que se han vertido en dicho congreso ha sido la petición de NO MEDICALIZAR los síntomas de maltrato, los emocionales, porque puede hacer que la mujer se resigne y pierda la capacidad de responder ante la violencia que sufre"
Considero este razonamiento muy interesante y a la vez importante, puesto que si el facultativo se dedica a recetar antidepresivos sin ir más allá en las causas que han provocado un diagnóstico depresivo, es fácil que la mujer se sienta cómoda, que no segura, y calme su ánimo escondiendo el problema que sufre tras la puerta de su casa.
El deber del profesional es estar preparado para estas situaciones de violencia de género enmascaradas con las que se puede encontrar en una consulta, pero también lo es de una administración seria y realmente concienciada, el facilitar estos minutos de más que harían mucho más fácil el descubrimiento del por qué una señora tiene depresión o alega tantas caídas por las escaleras.

lunes, 13 de mayo de 2019

MARIA LOURDES YA NO ESTA




Resultado de imagen de marco vinicio, torre pachecoLas hijas gemelas de María Lourdes debían preparar una fiesta para celebrar su 25 cumpleaños este pasado viernes, 10 de mayo. Tras organizar el día junto a familiares y con amigos y amigas, la ilusión por hablar con su madre, quien la felicitaría desde España a través de una videollamada, parecían pronosticar un acontecimiento especial, y se sentían felices.
Pero ese mismo día, recién levantadas, recibían desde España la noticia de que su madre, quien se había venido a trabajar para que a ellas no les faltase de nada hacía ya casi quince años, había sido encontrada muerta en su domicilio de Torre Pacheco, en Murcia.
La fiesta se canceló y los globos de colores se tornaron negros sobre las mesas de la terraza. Los vestidos se abandonaron en un rincón del armario y las lágrimas brotaron como sin prisa, sabiendo que ya nada se podía hacer.
Su primo Dennys había hecho tan fatídica llamada. No fue una felicitación por tan dichoso día, sino un golpe del que no podrán recuperarse nunca.
Resultado de imagen de marco vinicio, torre pachecoHacía poco más de un mes que habían visto a su madre por última vez. Ésta había estado en Riobamba para enterrar a su único hijo varón que murió atropellado durante el festival de carnaval en aquella lejana ciudad. Pero María Lourdes prometió que volvería para ver a sus hijas, unas mujeres hechas y derechas que estaban siendo informadas por su primo de la vida que le daba la pareja de su madre a ésta.
El Machacheño, como era conocido Marco Vinicio era un borracho, maltratador y ahora asesino, que no dudó en estrangular a su pareja y dejarla semidesnuda sobre la cama que ambos compartían, con una rosa sobre el pecho.
Este albañil ecuatoriano pensó que María Lourdes era de su propiedad, como tantos otros lo piensan, y ella creyó que los ataques de terror que vivía con él, también se pasarían, como tantas lo creen.
Ahora, Dennys llora, las gemelas lloran. Separados por un mar inmenso, el dolor se ha cruzado en el aire entre dos pueblos hermanos, y todos creen que se podría haber evitado el crimen, pero Marco Vinicio lo quería todo, la quería viva y la quería muerta, y lo segundo más que lo primero.
Resultado de imagen de riobambaEn nombre de María Lourdes, pido que las mujeres ecuatorianas, las colombianas, las bolivarianas, y todas aquellas que creen que los ataques machistas deben ser consentidos, que son pasajeros, digan como la tribu congoleña: Ilunga
Y como los miembros de esta asociación: Ni Ilunga.
(Ilunga: La primera la permito, la segunda la tolero, pero la tercera no te la consiento)
Descansa en paz María Lourdes

jueves, 25 de abril de 2019

DESESTIMADOS POLITICOS:

Desestimados políticos:

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Soy mujer.
Mi vagina, mi útero y mi matriz me han impedido ser una persona completa. Hoy agradezco que el cáncer se los llevara por delante, porque así soy menos femenina y no tendré que soportar nunca más los desagravios, las amenazas y los insultos que tuve que escuchar durante mucho tiempo por mi condición de género. Ojalá me hubiese sentido así de fuerte cuando empecé a ser una mujer maltratada.
Después de mucho maltrato psicológico, decidí acudir por la recomendación de una buena amiga, a una oficina de ayuda a mujeres víctimas de violencia de género. Tenía la esperanza de que la psicóloga de aquel servicio implantado en un pueblo costero de Murcia desde hacía poco, me animara, me ayudara, me diera esa tabla de salvación que necesitaba para volver a vivir con una pizca de dignidad.
Pero aquella mujer tras escucharme durante más de una hora, de ofrecerme clínex para secar mis lágrimas, me dijo que podía ofrecerme consultas  en aquel despacho durante una vez al mes, o privadas en su consulta a razón de 50€ cada vez que acudiese. Me recomendó que leyese libros de autoayuda y que me olvidase de solicitar alguna compensación emocional o económica para salir de la angustiosa situación que me embargaba. “Si no te pega, no puedo hacer nada”.
Y esperé a que me pegase, porque eso venía después del maltrato psicológico. Y después de pegarte te mata, porque eso viene después del daño físico. Y entonces volví a ver a aquella mujer que tenía la llave del maltrato en muchos kilómetros a la redonda.
La psicóloga del CAVI me volvió a dar la misma charla que meses atrás. Me envió a la abogada que trabajaba con ella y me aconsejaron que me separase cuanto antes de mi marido. Si volvía a pegarme, directamente a poner la correspondiente denuncia y con ese papel en la mano, acudiese de nuevo a ellas.
Me pegó, denuncié y acudí a ellas un martes por la mañana. Ese mismo día por la noche me volvió a pegar más fuerte porque la guardia civil lo había llevado al cuartel para que declarase. Esa semana no pude salir de casa, el cuerpo me dolía mucho y me daba vergüenza salir a la calle con la cara amoratada y el labio partido. Llamé a la psicóloga para que fuese a verme, necesitaba hablar con ella, saber qué podía hacer.
“Lo siento mucho, pero no puedo ir a verte. Tienes que venir tú a mi despacho cuando te recuperes”.
Solo le faltó decirme si no moría antes.
Diez días después estaba de nuevo en aquella oficina que olía a amoniaco. Me sentía fuera de lugar, como si fuese a pedir limosna por ser mujer, a sentir odio contra mi género, a despreciarme por no ser más fuerte que mi pareja y ganar en la lucha.
Salí de allí con un montón de folletos informativos. Más de treinta publicaciones diferentes con fotos de mujeres maquilladas llenas de moratones, pero con los ojos chispeantes y no como los míos que estaban hundidos entre grandes ojeras y de color parduzco. Junto a aquella vorágine de panfletos, una solicitud para el juzgado. Tenía que ir a la comisaría donde había interpuesto la denuncia para aportar un primer informe psicológico y físico sobre mi estado emitido por el CAVI. Y luego volver a mi casa junto a mi marido.
Ocho palizas más y un par de meses después, me llamaron desde el juzgado del pueblo y tuve que ir a declarar. Volver a contar todo de nuevo, llorar otra vez y sentirme amedrentada ante las togas que bailaban al compás fúnebre de mi vida.
Me dieron una dirección a donde debía dirigirme para protegerme de los golpes y los insultos. Allí pasaría, como máximo 30 días. Después tendría que volver a casa sino tenía familiares o amigos que me cobijasen en la suya. Me solicitaron un número de cuenta donde poder ingresarme el dinero suficiente para mantenerme por mí misma durante ese mes: 412 €. Obvia decir que la cuenta corriente estaba a nombre de mi marido y que jamás pude disponer de aquel dinero.
Me informaron que si me separaba tendría derecho a esa ayuda mensualmente durante un año, y que después ya no podrían hacer nada por mí.
Mi marido estuvo preso 72 horas y el juez dictó el divorcio exprés que yo había solicitado por indicación de un abogado de oficio que el sistema puso a mi disposición.
Estuve un mes viviendo en una casa a no más de veinte kilómetros de lo que había sido mi hogar. A la psicóloga no volví a verla más puesto que me trató otra mujer a la que tuve que volver a contarle todo de nuevo. Me dieron la ayuda inicial durante un año, mientras una amiga me cobijó en su casa. Durante ese tiempo le pincharon las ruedas del coche dos veces, recibía llamadas a altas horas de la madrugada con amenazas de una voz distorsionada. Yo no salí de su casa durante meses.
Se acabó la ayuda, se cansó mi amiga de soportar tanto y volví al CAVI, pero ya había agotado todas las ayudas, así que bajé la cabeza, pedí perdón a mi marido y volví a casa donde, tres meses después, había abortado tras las patadas recibidas en el vientre.
Hoy, repuesta, tranquila, descansada de tanto golpe y tanto insulto, solo quiero decir que me avergüenzo de haber nacido mujer, porque la dureza con la que me han tratado no creo haber sido merecedora de ella.
Hoy quiero gritar a los trajeados que pueden dirigir mi vida el domingo próximo, que no se molesten, que mujeres como yo ya no molestaremos más. Que se ahorren las míseras ayudas que podrían llegarnos, porque se quedan en los bolsillos de psicólog@s, de técnic@s, de asesor@s,  de asociaciones,  de fundaciones;   que la Ley de Violencia de Género es una excusa para quedar bien porque no está ni bien hecha ni bien aplicada. Porque no se ha desarrollado, porque los políticos se tiran los trastos a la cabeza por ver quién pone más dinero, pero que son euros que no nos ayudan a vivir con dignidad, sino a llenar los bolsillos de quienes rodean esta nueva empresa a la que han bautizado como “Ayuda a la mujer maltratada, S.A.”
Quiero que se llame a una puerta y se abra de par en par, que no haya exclusión de hombres y mujeres, que se dispongan más casas y más ayudas mensuales a las víctimas,  que se reduzca el gasto en folletos y se den medios económicos e información directa, que los encargados de ayudar a las víctimas tengan incompatibilidad sobre el mismo asunto para trabajar en despachos privados, que se acuda al domicilio de la mujer maltratada sin previo aviso para averiguar los casos reales de violencia en el hogar, que se castigue por igual a hombres que a mujeres en este aspecto, que el empleado público se desplace de su asiento para entrevistarse con quienes padecen esta lacra y no quieren que se les estigmatice por acudir a un CAVI o centro similar, que se recrudezca el código penal, que se atienda a las estadísticas donde se observa la reinserción de un ridículo número de presos por violencia de género y ese dinero se reinvierta en mejorar la vida de las mujeres maltratadas, que se refuerce el número de forenses psicológicos para evitar muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, que no se cobren los puntos de encuentro familiar, que no se rebajen las penas por reconocer el delito, que quien tenga que irse del domicilio sea quien maltrata, que sea el Ministerio correspondiente quien se enfrente al problema y no a través de Fundaciones y de Asociaciones que se embolsan para gastos administrativos la mayor parte de los fondos destinados a luchar contra la violencia de género, que los políticos se involucren directamente y no se laven las manos porque “una vez” aprobaron una Ley Orgánica que han dejado en el armario, que las pulseras telemáticas se utilicen y no se queden en un cajón, que aumente el número de policías que se dedica a velar por la seguridad de las mujeres, que la condena se ajuste realmente al delito, a quien maltrata y a quien miente para conseguir un beneficio del sistema, que sean conscientes que mueren cada vez más mujeres en este país porque las penas aquí son menos duras que en los países de origen, que se den cuenta que las órdenes de alejamiento no sirven para nada porque siempre se saltan, que los responsables de ver la gravedad en un caso de violencia de género con resultado de muerte y la subestiman, sean co-culpables de dicho delito.

Pero esto no lo pido para mí. A mí ya me mató un hombre a quien el sistema no vio peligroso , quizá porque estaban en campaña electoral.