Tenemos mucho comprobado sobre la incapacidad de los entes públicos de manejar el tema de la violencia de género, de saber combatirla, de querer hacerlo, incluso. Muchas palabras y pocas manos, ese es el real problema que existe en torno a este tema tan doloroso para tantas y tantas mujeres.
¡Como lo escribo!
El pasado sábado, el ministro de Cooperación, Justicia Social y Desarrollo del estado indio de Madhya Pradesh, el Sr. Gopal Bhargava se presentó en una boda multitudinaria que su gobierno organizaba, para bendecir a los recién casados, desearles todo el bien del futuro y, de paso, hacer entrega a las novias de un "Mogri", una especie de pala o bate de madera que se suele usar para lavar la ropa con una inscripción que rezaba "Üsalo para golpear borrachos".
Algunas mujeres quedaron atónitas, pero otras se alegraron por el obsequio que fue muy bien recibido: "Estoy contenta de que el ministro piense en empoderar a las mujeres contra los efectos del alcohol. En muchas aldeas, los maridos golpean a sus mujeres cuando están borrachos y arruinan su vida familiar", declaró una de las novias.
El ministro pidió a las mujeres que utilizaran el Mogri como último recurso, que primero dialoguen con sus parejas para intentar paliar los golpes que estas reciben tras la borracheras de sus cónyuges.
Hay que tener en cuenta que en la India el problema es especialmente grave y que en 2015 se produjeron más de 327.000 delitos contra mujeres y niñas en el país, con 113.404 casos documentados, o sea que la cifra real puede dispararse mucho más, si tenemos en cuenta que sólo el 2% de las mujeres afectadas buscan ayuda policial.
¿Y si el primero que coge el Mogri es el marido?