lunes, 22 de abril de 2013

NICARAGUA Y LA DISCUSION POR SU LEY DE VIOLENCIA DE GENERO

En Nicaragua se están enfrentando los sectores eclesiásticos, (católicos y evangélicos) los abogados, algunos magistrados y las asociaciones de hombres, por un lado,  mientras que en el frente contrario están las asociaciones feministas y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia. Y todo ello por la Ley Integral de Violencia hacia las Mujeres, que entró en vigor en junio de 2012.
Ha sido recurrida cuatro veces por inconstitucional, puesto que, según la titular del Supremo de Nicaragua, Alba Luz Ramos,  esa ley “es para combatir la violencia, no es una ley contra los hombres".
  Realmente es una Ley muy dura en cuanto a las penas. Eso no me disgusta porque viendo como nos encontramos, con unas estadísticas cada vez más aberrantes y que el hecho no para, el femicidio y los malos tratos a la mujer deben de ser castigados para hacer frenar, de alguna manera al futuro agresor.

Con lo que si creo que hay que tener cuidado en esta ley, es con la presentación de denuncias falsas, puesto que por un maltrato psicológico la pena de cárcel para el maltratador oscila entre los seis meses y los dos años de cárcel. Todo dependerá de las pruebas que se aporten en el momento de la instrucción del procedimiento; pero si la mujer sigue un tratamiento psicológico, al menos es el psicólogo quien debe dar su opinión, así como el psiquiatra forense. Por otra parte, para eso están.
Castiga diversos tipos de violencia, como la física, psicológica, sexual y patrimonial; y además tipifica el maltrato habitual como delito autónomo y establece la improcedencia de la mediación en casos de violencia.
La norma impone hasta 30 años de prisión, la pena máxima, a los hombres que ejerzan violencia sobre las mujeres.
Los recursos de inconstitucionalidad se basan en la no mediación, aunque la mujer perdone al hombre, y que hay penas demasiado duras y rígidas contra los varones. Así, al menos, no se estará jugando con la justicia en los casos en que una mujer ponga, quite y vuelva a poner y a quitar denuncias contra su pareja, en momentos de rabia y luego de arrepentimiento
Por otra parte, la iglesia evangélica "Asamblea de Dios" , ha dicho en un reciente informe que esta ley "destruye el matrimonio y la familia, al no permitir la mediación en delitos de orden leve" y que la misma está dirigida "contra los hombres".
"Esta es una ley de venganza contra los hombres, odia a los hombres, y el contenido mismo de la ley genera eso", sostuvo ante periodistas el abogado Marlon Loásiga, uno de los que introdujo un recurso por inconstitucionalidad por esa ley.
Lo que si es cierto es que la gente de a pie no ha leído la ley, eso está sobradamente comprobado. Solamente los interesados directos en el tema lo han hecho y ellos han sido los que han informado, cada uno en su vertiente, de lo que creen positivo y negativo en ella, desde una forma completamente subjetiva.
El problema de Nicaragua es que el maltrato a la mujer es un hecho que asusta. El año pasado, según fuentes oficiales, murieron 85 mujeres. Las estadísticas no han trascendido con el número de agresiones, arrestados y delitos cometidos en torno a la violencia a la mujer.
Según el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Americana (UAM), Alejandro Aguilar, advirtió que, en efecto, ese cuerpo de leyes no es perfecto; y alertó también de que la ley implementa el "derecho penal de autor", que "es la imputación de responsabilidad penal a una persona por formar parte de un colectivo".
"La imputación de una mujer que sufre violencia debe ser con independencia de quién comete el acto, de si es mujer o es varón", razonó.
Y ahí sigue esta Ley nicaragüense, creando polémica entre los religiosos, los abogados independientes que creen que esta ley desintegra a la familia al prohibir la mediación, y los organismos y movimientos de mujeres que la defienden.
Por mi parte, animaros a leerla y a sacar vuestras propias conclusiones.