lunes, 4 de marzo de 2013

LA VIOLENCIA DE GENERO EN TERRITORIO KIRCHNER




            No puedo reprimir volver a hablar de la violencia de género en Argentina. Es algo horrible. Un país civilizado (como el nuestro), donde existen las estadísticas, nos demuestra que esto va a más, que no cesa por muchas leyes que se aprueben sino por medio de la educación y del tiempo.
            Según cifras no oficiales, entre 2008 y 2011, en Argentina murieron 1000 mujeres por feminicidio. El caso que despertó a la sociedad a salir a la calle y gritar que ya está bien fue el de Wanda Taddei, quien en 2010 murió quemada a manos de su marido, el famoso rockero argentino Eduardo Vázquez, demostrándonos así que no existe impedimento social para que esto ocurra.
            El problema es que no es prioritario para su presidenta, la Sra. Kirchner, y eso alarma aún más, pues siendo mujer se le presupone una sensibilidad especial para sus congéneres, pero por desgracia esta señora tiene otros puntos “importantes” en su agenda y no toma el tema en serio para intentar acabar con él desde el poder que ostenta. Una vergüenza.
            En 2012 Paula González muere quemada por su pareja, y el mismo día, Daiana López de 18 años ingresó en el hospital con el 60% del cuerpo quemado. Ambas dijeron que fueron autolesiones, no denunciaron a sus parejas quienes tenían antecedentes por violencia. Miedo, mucho miedo.
            Una mujer muere en Argentina cada 35 horas, y quemadas, una cada ocho días. A estos hechos se les denomina “caso espejo” a partir de la muerte de Wanda, y es una especie de “moda” entre los maltratadores, el acabar rociando con productos inflamables como el alcohol a sus parejas. Ellos saben lo que se siente, puesto que todos nos hemos quemado en alguna ocasión, y lo que pretenden es multiplicar ese horrible dolor por mil para hacer sufrir más a sus mujeres.
            Ahora, cuando una mujer se atreve a denunciar y relata las frases de amenazas de su agresor, incluye la de “Vas a terminar como Wanda” o “Te voy a quemar viva”. Y este suceso se está multiplicando rápidamente.
            El padre de Wanda sigue luchando para hacer que las penas sean duras, para que el asesino de su hija pague por lo que ha hecho, cumpliendo íntegramente la condena impuesta e incluso agrandar ésta.
            Sra. Kirchner, espero que medite el problema tan grave que azota su país y destine, aunque sea un minuto de su tiempo, a intentar resolver este tipo de asesinatos en vez de perderlo comprando bolsos en la gran manzana.