viernes, 22 de febrero de 2013

EL VIA CRUCIS DE VERONICA


Verónica ha aparecido después de un año de no saber nada de su paradero. Vivía en Tinajo (Lanzarote) y era el claro exponente de una vida de Cenicienta con final cruento.
            Sus huesos han aparecido dentro de una bolsa que colgaba junto a los aperos de labranza de la familia.
            Maltratada desde que nació por su propio padre y después también por su madrastra, la vida de Verónica ha sido de todo menos amable. Esta joven, con un grado de incapacidad del 68%, ha vivido bajo el yugo aterrador de unos seres que solo veían en ella a un animal de campo. Solo la utilizaban para trabajar en el campo y en la casa a base de golpes y palabras malsonantes. Durante diez años jamás la llevaron a un médico ni renovaron su documentación personal, ampliamente caducada.
            Ya en el año 2004 su padre y su mujer fueron culpables de maltrato hacia Verónica y tuvieron que pagar 6.000 euros de indemnización por maltratarla a ella y a sus dos hermanastros, hijos de la nueva mujer de su padre.
            Trasladaron a los niños a un centro de menores, pero cuando Verónica cumplió dieciocho años tuvo que volver al domicilio de sus maltratadotes. Y allí continuó una vida de golpes y de violaciones reiteradas por parte de su padre, del que quedó embarazada.
            Para ocultar la preñez de Verónica, a su padre no se le ocurrió otra cosa que matarla de un golpe en la cabeza, y de dejar sus huesos dentro de una bolsa en el almacén del campo para que nadie pudiese encontrar su cuerpo.
            Ante las preguntas de los vecinos, con los que no mantenían mucha relación, sobre el paradero de su hija, este matrimonio decía que se había fugado del centro de menores y que desconocían su paradero. Pero todo al final acaba sabiéndose y, gracias a la declaración de uno de sus hermanastros, la policía ha registrado el domicilio y ha encontrado los restos de esta chica que lo único que recibió en vida fueron golpes, violaciones e insultos.
            Espero que estos aberrantes seres no vuelvan a ver la luz del sol por tanto daño causado y que la condena sea tan amplia y tan severa que tengan que cumplir lo que les queda de vida entre barrotes.
            Verónica ahora sí que puedes descansar.

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