lunes, 18 de mayo de 2015

CAMPAÑA ELECTORAL

Estamos en campaña electoral y la presentación de las "cosas bien hechas" con datos, es algo que a nadie la causa vergüenza.
Lo primero es reconocer que las víctimas de violencia de género son personas, que no son datos que pueden ser aplaudidos por unos y criticados por otros. Cuando una persona es maltratada, o muerta a manos de su pareja o ex pareja, siempre tiene detrás una familia, unos hijos, unos amigos que la quieren y que lloran su pérdida e intentan luchar en su memoria para que se haga justicia.
Resultado de imagen de victimas violencia generoTodos los candidatos políticos en esta campaña, se rasgan las vestiduras diciendo todo lo que van a hacer, y por otro lado nos venden que no se ha hecho, por quienes pudieron, por falta de dinero. La crisis, ese valor tan transformado en cajón de sastre, que nos ha hecho creer que no hay dinero, cuando vemos que se despilfarra en menesteres absurdos, es la excusa perfecta para seguir cruzados de brazos y condenando en titulares de prensa, los casos de maltrato que afloran.
Ahora todo son promesas, casas de refugio transitorio para mujeres maltratadas, cuando se han cerrado decenas de ellas en los últimos tiempos; ayudas a víctimas, a huérfanos, cursos, campañas de concienciación, etc. ; es decir, cosas que se podrían haber hecho antes y que no fue así porque "la crisis" no lo permitió, y ahora resulta que hay dinero por doquier para hacer cosas a favor de las víctimas.
Resultado de imagen de campaña electoralPena que los programas electorales no sean tenidos en cuenta como contratos orales y con un valor penal si se incumplen, así todo sería mucho más fácil. Luego pasa lo que pasa, el que incumple se va de rositas y la víctima sigue siendo maltratada, en su hogar, en la calle y en la administración. ¿Por qué ahora sí hay dinero? ¿Por qué se llenan la boca los candidatos sobre nuevas ayudas que no van a conceder? La edad me hace ser incrédula, y los hechos me afianzan más en esa incredulidad. Hay que dejar de pensar en el negocio que supone para algunos colectivos el tema del maltrato, y hay que trabajar más, cerca de la víctima, saber qué le ocurre, cómo vive...
Volviendo a los datos, se considera que es un hecho positivo que haya descendido el número de denuncias por casos de violencia de género, cuando la realidad es otra.
Hasta un 14% menos de denuncias desde el 2010 no significa que a la mujer ya no se la maltrate, sino que hay otros motivos detrás de esta bajada, y no lo digo yo, lo dicen sectores que trabajan en el tema como Comisiones Obreras, quienes achacan el descenso de denuncias al elevado paro femenino que merma la independencia económica de las mujeres y a la destrucción de los servicios públicos durante la crisis.
Asímismo, el Consejo General del Poder Judicial publicó que la aprobación de órdenes de protección sobre el total de la solicitadas ha caído del 83% al 72%, y eso solo en la Comunidad Valenciana, donde precisamente han aumentado el número de mujeres asesinadas por violencia de género durante este año 2015.
Cuando se les rompen los esquemas a los políticos, siempre tenemos a quien o a qué echarle la culpa, pero se sigue hablando de datos, de porcentajes y de matemáticas puras, cuando todos sabemos que precisamente esta ciencia no es la que se debe ocupar del maltrato.
Si abrimos cualquier diario nacional o regional, siempre es lo mismo: "vamos por el buen camino" y mientras se piense así, por parte de quienes nos gobiernan hasta este domingo próximo, es que no somos conscientes del poco empeño que impera en sus actuaciones. Y mientras los que pretenden ocupar el sillón del poder digan aquello de "nosotros descenderemos la violencia de género en X tanto por ciento", están siendo tan peligrosos como los demás.
Resultado de imagen de campaña electoral españa 2015Mientras, seguiremos viendo en televisión, en prensa y en corrillos varios que otra mujer ha muerto, y esto ya se convierte en una noticia tan común, que no se le presta la atención que requiere.
Ya escribí hace tiempo aquello de que las mujeres no somos porcentajes, sino personas, y seguimos oyendo lo mismo, hasta desaparece el velo de algunos grupos políticos que quieren reducir el maltrato al ámbito domiciliario, pero claro, esto haría que los porcentajes que tanto le gustan a nuestros políticos, bajen drásticamente, pero no se atendería a una realidad acuciante que sigue matando mujeres y niños mientras el sistema no es realmente consciente de lo que pasa, porque la realidad es el punto más alejado de la política que conozco.

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