martes, 2 de abril de 2013

LA INNOMBRABLE PROFESORA DEL CEU



He intentado negarme a hablar de una señora que se llama Gloria Casanova, argumentándome a mí misma que era un insulto mencionarla siquiera.
Después de comprobar una semana horrible en el tema de las mujeres asesinadas por violencia de género en España, he decidido “manchar” este blog con el nombre de esa profesora de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia porque, en nombre de las víctimas, no puedo dejar pasar por alto ni un día más el esconder el terror que me produce escuchar palabras tan retrógradas y fuera de lugar como las que esta profesora dedicó, tan panchamente, en su clase a estudiantes de periodismo.
“Que las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor”, que "Aunque tu marido te sea infiel, la verdadera prueba de amor es seguir amándole con lágrimas en los ojos, como Jesús lloraba en la Cruz" o que "El aborto en caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios", son algunas de las frases que esta persona dirigió, sumamente convencida de lo que decía, a sus alumnos; quienes se levantaron y se marcharon de la clase, en un acto de dignidad y de insulto a la locuaz señora.
Sin una sola palabra de reproche por parte de la Consejera de Educación Valenciana, María José Catalá, solamente argumentó que "Son opiniones dentro de su libertad de cátedra, que ha hecho una persona de manera acertada o no". Y nada más.
Este hecho me convence, una vez más, que la religión no hace más que esconder un problema real y palpable, haciéndonos creer que la mujer debe someterse a los gustos de un maltratador, y morir por ello si es necesario.
La religión, los poderes públicos vinculados a ella, la falta de conocimiento sobre el tema…son argumentos que nos hacen comprender por qué en muchos casos se sigue produciendo este tipo de violencia tan horrible. Mientras haya gente que no lo castiga, organismos que no lo repudien y entes que lo reprueben, seguirá existiendo gente que se verá amparada en sus crueles actos y continuará ejecutándolos como si fuese salir de paseo.
La señora Gloria Casanova debería dejar su puesto de trabajo como enseñante de una asignatura que se le va de las manos por inadecuada, irreal e intolerable; y sobre todo, por vergüenza ajena, si es que la tuviera, cosa que sinceramente dudo.

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