Hoy es un día especial. Hoy es un día para gente especial.
Es el día donde se recuerda a aquellas personas que han
construído un mundo paralelo al nuestro, al que nos hemos fabricado, muchas
veces, tan mal. Siempre decimos que los demás son “especiales”, pero claro que
lo son. Los autistas: seres extraordinarios que construyen su propio mundo
dentro de la jaula de cristal que los demás les ponemos. Ellos no rien sino
tienen ganas, no lloran sino les apetece, comen cuando tienen hambre y
solamente de lo que les gusta. Siguen unas normas que a los demás se nos
escapan y, por eso, decimos que son “extraños seres en un mundo en el que no
encajan”. ¿No seremos acaso nosotros los que no estamos a su altura? A lo
máximo que hemos llegado ha sido a comprenderles mediante un lenguaje
pictográfico, pero su mundo es mucho más amplio de lo que nos imaginamos. Su
mente va más allá de una conducta severamente adoctrinada como la nuestra. El
autismo está considerado una enfermedad, pero lo cierto es que está demostrado
que es un universo al que no alcanzamos los demás; poblado de gente maravillosa
que no sigue nuestras normas, y hacen bien, porque la hipocresía no reza con
ellos. Dentro de su mundo está la libertad. El miedo no existe y sin nosotros
serían capaces de subsistir, por más que nos empeñamos en decir lo contrario.
Nosotros somos los especiales, ellos los maravillosos.
Pensareis que qué hago hablando de autismo en un blog de
maltrato. Sencillamente por un titular de la BBC donde reza: “Estudio vincula violencia de
género con autismo”. Según la
Universidad de Harvard, las mujeres que sufrieron violencia
de género durante su niñez, son más propensas a tener hijos autistas. Las
estadísticas han demostrado que un 3’5 de mujeres que fueron acosadas,
maltratadas, sufrieron insultos o una violencia moderada, tuvieron hijos que
nacieron con este problema.
Ello nos demuestra aún más que nuestros hijos son las
víctimas de un mundo mal fabricado, donde creemos que controlamos todo y que
nada repercute en los demás.
Os invito a ver un vídeo que se realizó en un día sobre el
autismo, narrado por una niña que relata cómo ve a su hermanito autista, y ello
nos demostrará que no son diferentes, sino que los diferentes somos nosotros,
al creer que tenemos el poder en nuestras manos, cuando ese poder se denomina
control.
Gracias, personitas autistas por existir y hacernos abrir
los ojos ante las rejas que nos separan, que solo serán destruidas a base de
mucho amor.
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