El adulterio es la relación que
una persona casada mantiene con otra diferente a su cónyuge. Reprobado hasta
hace poco para todo el mundo, especialmente para las mujeres, sólo se perdona
en el arco mediterráneo al cometido por los jóvenes.
Siempre se ha oído hablar de la
bravura del hombre que puede atender a varias mujeres sexualmente y se ha
denostado a aquella mujer que hace lo mismo con varios hombres, relegándola al
escalafón más bajo de la moralidad femenina y siendo objeto de burlas y
chantajes, mientras que al hombre se le animaba a proseguir con su empresa,.
Aunque haya pasado el tiempo y la
sociedad haya avanzado, aún hoy en petit comité, se sigue catalogando con menor
gravedad al adulterio cometido por el hombre y denostando a la mujer, debido a la
conciencia machista que aún se tiene por muy avanzado que sea el país.
No hace tanto que el adulterio
estaba castigado con multas y cárcel hasta la segunda mitad del siglo XX. Un
país en la mente de todos tan adelantado como Suiza lo despenalizó en 1989 y
Austria lo abolió en 1997. Italia lo hizo en 1968 y Francia en 1975. En España
se abolió en 1978, cuando la democracia afloraba en nuestro país.
Más grave ha sido la anulación de
este delito en países islámicos; de hecho en Turquía se abolió en 1996 pero el
gobierno de Erdogan intentó introducirlo de nuevo, eso sí, de igual forma para
hombres que para mujeres. Gracias a la intromisión de la Unión Europea y a las protestas
de la oposición no consiguió reaprobarse este delito.
Pero en otros países como Marruecos
o Argelia, aún existe cárcel para castigar el adulterio de cualquier cónyuge si
el otro lo denuncia, pero si retira la denuncia, el caso se archiva. Una señal
de perdón o de falta de pruebas. En Túnez la pena máxima por el delito de
adulterio es de cinco años.
Se dice en todos los casos que el
delito por adulterio es para cualquiera de los cónyuges que lo practicara, pero
en la realidad no es así. De hecho en Siria, por ejemplo, las pruebas que tiene
que aportar una mujer para condenar a su marido a una pena máxima de dos años
que impone el código penal de este país, es muy superior a la que debería
aportar el marido.
La ley coránica o charia impone
un castigo por adulterio al considerarlo delito contra la moral pública y se
pueden aplicar penas de prisión de hasta cinco años (en Libia, por ejemplo) que
pueden cambiarse por 100 latigazos.
Bahrein, Qatar, Kuwait, Emiratos
Arabes, Mauritania, son países donde es férreo el castigo por adulterio ya sea
practicado por solteros o casados.
Incluso se llega a pedir la pena
de muerte por adulterio en países como Arabia Saudí, Irán y Sudán; lugares
donde las ongs intentan cambiar las leyes o, a lo sumo y hasta donde se les
permite, salvar vidas de mujeres sobre todo, con nombres y apellidos. Lo que
ocurre es que al ser lugares donde las mujeres suelen ser analfabetas y no
estar bien asesoradas en el supuesto juicio instruído que se les hace, no
llegan a saber defenderse y pasan por alto la mención que hace el Corán del
tema, al exigir que haya al menos, cuatro testigos oculares que corroboren los
hechos.
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