lunes, 13 de marzo de 2017

¿ME RÍO O LLORO?

¡Esto funciona de maravilla! Es alucinante, de verdad. A veces pienso, como en aquel famoso precio del café que preguntaron a Zapatero, ex presidente del Gobierno de España, si de verdad los políticos saben lo que dicen, si se ríen después de haber hecho una alegación contra la violencia de género.
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¡Qué vida más fácil desde el atril! Es un no parar, y es que ya no lloro, hoy me hace hasta la cierta gracia la vehemencia que veo en el político de turno, tan henchido de razón, tan creído de su propia verborrea, que no me quedan actitudes que adoptar.
El caso que me hace respirar profundo, el de hoy, porque ya sabéis que muchas veces han sucedido cosas que me han causado un estupor tremendo, es el de Guadalupe Martínez, de Elche. Resulta que esta mujer cumplía con todos los requisitos para acceder a las ayudas que se dan a las víctimas por violencia de género, es decir, era una mujer maltratada con una orden de protección en vigor y que tenía una renta baja.
Esta mujer comenzó a sufrir la incompetencia de la administración el pasado día 12 de octubre de 2011,¡ ni más ni menos que hace casi seis años!, cuando sufrió una agresión en plena calle por parte de su marido y de otra mujer que la empujaron hacia un coche donde la emprendieron a golpes con ella, mientras ella intentaba repeler la agresión, defendiéndose como podía de aquellos dos energúmenos. De hecho, estuvo tres días de baja por cervicalgia. Lógicamente, y siguiendo las instrucciones de las administraciones públicas y asociaciones, denunció, pero también lo hizo la mujer que la empujaba hacia el vehículo, aduciendo que había sufrido golpes por parte de Guadalupe. Normal, se estaba defendiendo.
Resultado de imagen de administracion injustaUn juzgado de violencia de género se hizo cargo del caso y, tras comprobar que Guadalupe y el agresor habían mantenido una relación de unos siete meses, convino en sentenciar en diciembre de ese mismo año a hombre a una pena de diez meses de cárcel y una orden de protección, así como condenar a Guadalupe por una falta de lesiones al intentar defenderse.
Guadalupe tiene una minusvalía, vive con sus padres y no tenía ingresos. Con toda la documentación pertinente, solicitó la ayuda que le correspondía a Bienestar Social, departamento que dirigía la popular Asunción Sánchez Zaplana, en noviembre de 2012. Se la denegaron por no tener una orden de protección vigente (?) Presentó un recurso re reposición que también fue rechazado. A pesar de no tener medios económicos, decidió emprender la vía judicial, y eso va mucho más lento.
el pasado 10 de mayo de 2016, el Tribunal Superior de Justicia dictó sentencia firme donde amparaba a Guadalupe a cobrar la ayuda que le correspondía, pues se pudo comprobar claramente, que tenía una orden de protección hasta el 27 de junio de 2014.
La Administración trató de eximirse de su responsabilidad aduciendo que Guadalupe se había visto envuelta en una reyerta, que no era víctima de violencia de género, todo antes de abonar los 5.100 € que le debía a la joven. Ante esta alegación, el Tribunal sentencia que está perfectamente comprobado que ha sido víctima de un agresión de malos tratos por violencia de género. La Administración tiene que pagar, sí o sí.
Resultado de imagen de monica oltraA día de hoy, Guadalupe no ha visto un euro, aún habiendo pedido su abogado, a finales del año pasado, la ejecución de la sentencia.
¿Quién tiene ahora la piedra en su tejado? Parece mentira, pero es Mónica Oltra, la Consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas y militante de Compromis en la Comunidad Valenciana.
¿Qué hago, me rio o lloro?
Tanto golpe de pecho por parte de esta izquierda que critica a la derec-ha en este país y es igual o peor.
Guadalupe es un ejemplo, ¿cuántas mujeres hay en este país en la misma situación, y por una irrisoria cantidad?

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