miércoles, 21 de enero de 2015

VICTIMA DE RIESGO BAJO

Esa hoja que seguía en blanco y donde se anotaban la víctimas por violencia de género de 2015, ya está manchada con la sangre de varias mujeres a esta fecha.
Dos muertes en Elche y una en Orbi (Alicante), más otra en Terrassa de esta misma mañana, mientras en Mataró, una madre y su hija se debaten entre la vida y la muerte por la agresión del marido de la mujer.
Son datos tristes que nos demuestran que se hace poco o menos por ganar esta batalla desde los organismos creados al efecto.
La prueba de ello, podemos verla en el primer caso del año en Elche, donde dos hermanas murieron a manos del ex marido de una de ellas.
Analicemos, sin ser expertos: En agosto de 2013, Teresa, la ex mujer, había denunciado por malos tratos continuados a su pareja. A él le aplicaron una orden de alejamiento de 500 metros y a ella le dispusieron de un servicio de protección policial. Se le valoró como "víctima de riesgo bajo" y le dieron un número de teléfono de atención permanente y recomendaciones de autoprotección y de cómo evitar incidentes.
En noviembre del mismo año, tres meses después, el Juzgado de lo Penal nº 1 de Elche, absolvió al hombre por no quedar acreditados los hechos denunciados, y suspendió la orden de alejamiento.
Días antes del fatal homicidio, el maltratador anunció a los vecinos que su mujer "no viviría mucho más", que "disfrutaría de los bienes", conseguidos tras el divorcio por poco tiempo. Y eso nadie lo denunció.
Mi conclusión, y no sé si estaréis de acuerdo, es que en este caso fallaron las fuerzas de seguridad, el sistema judicial y el propio entorno.
Si no "arrimamos el hombro" en estos casos, tendremos noticias como la acaecida en Elche. Es deber de todos, eso sí, sin perder de vista la responsabilidad real de las fuerzas garantes de la seguridad de las víctimas.
Mucho se estás hablando estos días en las redes sociales, y a través de casos supuestamente reales, de hombres maltratados y agredidos por la Ley Contra la Violencia de Género, pero los hechos siguen demostrando, por desgracia, la realidad.
Seguimos asistiendo a juicios por maltrato a los tres años de haberse producido el hecho, continuamos observando como los vecinos "conocían" la valoración real de la situación y, ni unos agilizan los trámites tan pesados para que una persona víctima de maltrato pueda soportarla; ni los otros denuncian de cualquier indicio que puedan conocer.
O nos movemos más o esto no tendrá solución a corto plazo.

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