lunes, 26 de enero de 2015

ORIHUELA Y SUS CUSTODIAS

"En Orihuela, su pueblo y el mio...", así empezaba el famoso poema de Miguel Hernández cargado de tristeza, pero hoy me refiero a ese municipio con el semblante serio al ver como una niña de 3 años es tratada como un juguete por decisiones judiciales que, a veces, se desentienden de la realidad y aplican la ley como una mera maza castigadora.
Me refiero a una pequeña que perdió a su madre el pasado verano, a manos de su padre, quien se encuentra en prisión desde ese momento. La niña fue recogida a la salida del colegio por los asistentes sociales de dicho municipio y la trasladaron, tras una sentencia judicial, a los brazos de su madrina y hermana del asesino.
Allí ha estado la niña cuidada con puntilloso mimo, y tratando de hacerle el entorno agradable a fin de que no percibiera la ausencia de su madre, por quien suele preguntar. Los psicólogos ya dirán cómo contarle la verdad cuando su mente sea capaz de asimilar el horrible suceso ocurrido en su casa mientras ella no estaba.
La abuela materna emprendió una lucha desde ese momento, reclamando la custodia de la menor, alegando que ya tenía bajo su custodia, a otra nieta de quince años, y que, además, recibía constantemente la visita de otro nieto, hermano de madre de la niña, y quien no tenía contacto con su hermana.
Alegaciones, luchas, apariciones televisivas, declaraciones en prensa, han hecho que otro juzgado desestime los estudios realizados para la custodia a la tia de la menor, y han devuelto en un halo mediático, la potestad momentánea a la abuela, mientras se espera la resolución definitiva.
Y cuando esa decisión judicial se pronuncie, ¿volverá la niña a cambiar de entorno? ¿se quedará con una abuela que tiene, respecto a ella, un vacío generacional importante? ¿volverá a los Servicios Sociales?. Es un ser indefenso al que se está tratando como un peluche yendo de aquí para allá, por las decisiones del Ministerio Fiscal.
Me llama mucho la atención el movimiento social que ha propulsado la familia materna de la niña, con la abuela a la cabeza, reclamando la custodia de la niña para solventar la ausencia de su hija. Alega que ha mantenido a otra nieta de 15 años y que tiene trabajo fijo limpiando un bar y escaleras de la zona.
Por otra parte, la madrina de la pequeña, no ha aparecido en ningún medio de comunicación, simplemente se ha dedicado a cuidar de su sobrina y a cumplir, a su pesar en esta última ocasión, con los designios de la jueza. Pero su pueblo si, sus vecinos si han salido a la calle a manifestarse, porque creen ridícula esta sentencia, dando la niña a su abuela. Yo no vivo en el entorno, pero cuando un pueblo se manifiesta por una causa, algo de razón habrá. Quizás habría que preguntarle a ellos y no, como ha hecho el Ministerio Fiscal, al asesino, sobre si creía conveniente o no que su hija se marchase a vivir con su abuela. Eso ya me parece repugnante. Por muy padre que sea, es un asesino.
Veremos en qué términos acaba la historia, pero lo cierto es que, una niña de tres años está siendo manipulada, cambiando de domicilio y de entorno social y, a la vez, siendo un ingreso adiccional a quien la tenga consigo. Espero que el hecho de transformarse en una fuente de ingresos, no afecte a su calidad de vida, ni al interés creado.
Si así fuera, y hubiese interés por alguna parte sería muy fácil de demostrar. Simplemente habría que exigir a la abuela, en este caso, que abonase los gastos ocasionados por la niña durante el tiempo que ha permanecido con su madrina.
Es un tema que me resulta espinoso. Tendré que esperar, ver qué ocurre; aunque lo principal es la menor, y creo que no se está tratando bien el tema, sobre todo, por parte de la Justicia.


2 comentarios:

  1. Esta verdad hacia falta, que las personas juzguen y se mojen.

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    1. Gracias por tu comentario, Macu. Esperemos que la sociedad responda y la verdad salga a la luz. Me gustaría que me mantuvieseis al día si sucede algo para continuar reivindicando la verdad. Saludos.

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