Estamos demasiado acostumbrados a los dictámenes que emanan
de los países islámicos, y con ello, se ha llegado a ser, en cierta medida,
permisivo en algunos países de occidente con lo que desde lugares como Arabia
Saudi, Afganistán o Mali ocurre, y en definitiva, con los que desde allí emigran a
Europa.
Pero hay una noticia que, aparecida en la prensa
recientemente, debe hacernos pensar en la aceptación de ciertas costumbres que,
aunque sea escudándose en ciertos aspectos culturales, jamás deben ser
permitidas en países civilizados. Me refiero a la próxima modificación de la Ley en Irak, donde se
pretenden introducir aberrantes reformas sobre la familia, como es el hecho de
legalizar el matrimonio de los niños, permitiendo así que las niñas se puedan
casar a cualquier edad.
Este brutal artículo que se pretende introducir en la Ley sobre la Familia , lo haría
pasándose por el forro las normas dictadas por la ONU , quien prohibe
terminantemente que se puedan realizar bodas entre niños, permitiéndola
solamente a partir de la mayoría de edad de los contrayentes.
En la actualidad, la ley en Irak establece que el matrimonio
es a los 18 años, pero que las niñas mayores de 15 años pueden contraerlo con
autorización del padre o tutor.
Este iniciativa, conocida como Ley Jaafari del Estado de las
Personas, está basada en los principios de la escuela shiíta fundada por Jafaar
al-Sadiq.
La iniciativa no establece una edad mínima para que las
niñas contraigan matrimonio, pero sí dice que a partir de los 9 años se pueden
divorciar; o sea, que ya han estado casadas antes de esa edad tan temprana. El
padre es el único que puede autorizar el matrimonio
La modificación legislativa introduce también que el hombre
puede tener relaciones sexuales con cualquiera de las cuatro esposas máximas permitidas,
siempre que él quiera, aunque se establece el número de noches que puede
hacerlo con cada una.
Resumiendo, una niña de 9 años puede ser violada por su
marido, con autorización de su propio padre.
Esta modificación de la ley es una estratagema política para
conseguir votos de las partes más
extremistas de la confesión musulmana chií, puesto que el actual
Parlamento, según los sondeos, podría verse en minoría en las próximas
elecciones legislativas-religiosas que se realizarán el próximo 30 de abril.
O sea, que la vida de unas niñas indefensas en un país fanático, depende
únicamente del poder político, de unos votos, y de unos monstruos que dirigen
un país donde los derechos humanos de las mujeres están completamente
olvidados.
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